Son numerosas las ocasiones en las que observando a mis tres hijos me he preguntado, ¿cómo se ganarán la vida el día de mañana?
Estaba convencida de que cuando alcanzaran cierta edad, mostrarían algún tipo de inclinación por alguna actividad o asignatura, lo bastante fuerte como para ayudarles a decidir el camino a seguir y por supuesto, contaba con el centro escolar para mostrarles todas las posibilidades que existen hoy en día.
Cuando mi hijo mayor terminó 4 de la ESO, decidió continuar un Bachillerato de ciencias por la sencilla razón de que detestaba la asignatura de Lengua y Literatura, y este hecho, es el que me dio el pistoletazo de salida para iniciar la búsqueda de todas las opciones que le ayudarían a identificar su profesión ideal.
El primer paso consistió en visitar las ferias en las que se reúnen universidades públicas, privadas, extranjeras y todo tipo de centros de formación. La oferta es amplísima y la información que facilitan sobre sus estudios, detallada y exhaustiva, pero tras visitar varias de reconocido prestigio, me dí cuenta de que me había saltado un paso fundamental, ¿ el objetivo de los estudios no es preparar a los jóvenes para acceder al mundo laboral? . ¿ Qué conocen nuestros hijos del mismo?. ¿Cómo pueden elegir una formación si no saben a qué se van a dedicar? Y por último, ¿cómo descubrir ese talento innato, del que tanto se habla en la actualidad, que les permitirá identificar el sector hacia el que deben orientarse?
El segundo paso fue bucear por Internet buscando información de todo tipo
‐fichas técnicas sobre diferentes profesiones
‐los trabajos del futuro
‐las habilidades más demandadas por las empresas
‐talleres y actividades para que los alumnos descubran su vocación -‐test de autoconocimiento
‐…
y un largo etcétera que me ha hecho darme cuenta de que las opciones en la red son ilimitadas, podemos encontrar infinidad de test, talleres increibles que realizan las universidades para los centros escolares, jornadas científicas para disfrutar en familia, cursos de habilidades imprescindibles para acceder al mercado laboral, concursos de todo tipo: robótica, geografía, finanzas, fotografía, literatura, debate…,MOOCs (cursos masivos online), el programa 4ESO+Empresa (prácticas laborales).
¡Y todo ello gratuito! pero ¿Todos estos recursos llegan a sus destinatarios?
En los centros de enseñanza secundaria y Bachillerato, las funciones del orientador educativo (figura encomiable e imprescindible) son muy variadas, así que encontramos institutos participando en el programa 4ESO+Empresa, sin un conocimiento previo de la personalidad y competencias del alumno. En otros centros se realizan test y charlas de autoconocimiento pero no hay acercamiento al mundo laboral y lo que es prácticamente imposible es que los talleres y salidas escolares se hagan a medida de los alumnos: la clase al completo visita IKEA o Apple de la misma forma que se visita Toledo. Y ¿qué ocurre con los estudiantes que quieren ser marketeros digitales, cocineros, creadores de videojuegos, farmacéuticos, intermediarios, mecánicos…?
En fin, mientras trataba de orientarme a mi misma para poder orientar a mis hijos, animaba a mi primogénito a acompañarme en la búsqueda de su futuro y un tanto preocupada por el tema, comentaba mis reflexiones con todo aquél que estuviera dispuesto a escucharme.
No puedo decir que me haya sorprendido encontrar a una gran mayoría de las personas consultadas, en situación similar a la mía, es decir, perdidas en este maremágnum informativo y sorprendidas por ser ellas, madres y padres, las que siguen ayudando a sus “pequeños” a desenredar la madeja de la indecisión sobre su proyecto académico y profesional y por tanto, de una parte importante de su proyecto de vida.
Una de estas personas, andaba en ese momento poniendo en práctica sus fantásticas habilidades como coach, en el centro escolar de nuestros hijos.
Me habló de la importancia de que los chavales hicieran una “proyección a futuro”. Pregúntale a tu hijo cómo se ve de mayor, me dijo. Así lo hice y su respuesta, clara y concisa, nos abrió a ambos un mundo de posibilidades. En otra ocasión entraré en detalle sobre la misma.
Fueron numerosas las conversaciones que mantuvimos mi compañera y yo, frente a un café, sobre estos temas, y en una de ellas surgió la gran pregunta:
¿ por qué no reunir todos los recursos disponibles en un único programa y mostrárselo a todos los actores principales de esta película, con el objetivo de allanar el camino a los jóvenes y sus familias en esta difícil elección?
Actores principales: organismos oficiales(Consejería de Educación, ayuntamientos, centros tecnológicos…), universidades, centros escolares, asociaciones de padres, EMPRESAS.
Con la colaboración especial de: madres, padres y sus hijos e hijas.
Así nace el proyecto “Oriéntate y Decide”, con la clara vocación de ayudar a los jóvenes a descubrir esas habilidades de las que ya disfrutan y en las que son competentes, y a identificar ese sector o sectores donde poder desarrollarlas.
A lo largo del programa, el estudiante se irá acercando a la profesión de su interés, afianzando su vocación o descubriendo falsos mitos en torno a la misma: ¿Trabajar en mercados financieros es sinónimo de ganar mucho dinero? ¿elegir una profesión de “futuro” me asegura tener trabajo? ¿ser abogada es lo mismo que vemos en la serie The good wife? …
Resultará más sencillo elegir estudios y porqué no decirlo, estudiar, si ya tienen un objetivo, básicamente, si ya saben para que les sirven esos estudios porque es altamente probable que en la FP o grado universitario de su elección, se encuentren con asignaturas que no les agraden lo más mínimo pero que tendrán que aprobar para conseguir “pasar a la final”.
Quiero hacer un llamamiento especial a diferentes organismos
‐Universidades (públicas y privadas): es adecuado que se acerquen a los centros escolares a explicar sus grados universitarios, sobre todo en 2do Bachillerato que ya tienen que decidir dónde estudiar, pero sinceramente creo que estos están muy bien explicados en sus webs, en nuestra propia web, en unas cuantas más y en las ferias organizadas con esta intención(Aula, Unitour…)
Algunas universidades ya realizan talleres de “acercamiento” profesional como por ejemplo, La impresión 3D. ¿ Qué uso le daremos en el futuro? o Marketing 4.0. Un enfoque innovador.
Las animo absolutamente a continuar en esta dirección, los estudiantes descubrirán su profesión, al mismo tiempo que su universidad.
‐Institutos de Formación profesional: el curso escolar 2018-‐2019 arranca con una oferta más diversa en FP. Se ampliarán algunos ciclos de los ya existentes y se incluirán siete nuevos. El objetivo es promover el empleo juvenil mediante un plan de estudios más adaptado al mercado laboral. Además se ha extendido el programa Erasmus Plus a todo tipo de ciclos(superiores, medios y básicos).
La Formación Dual, combina la enseñanza-‐aprendizaje, en las empresas y en los centros de formación. Sin duda es mi favorita porque consigue acercar al alumnado a la realidad del mercado laboral.
Pero, ¿cómo se explica la FP a los alumnos de la ESO? ¿se les cuentan las familias profesionales de la misma manera que los grados universitarios? ¿los institutos llevan a cabo actividades “profesionales” para que los alumnos no se equivoquen en su elección de FP ?
‐Organismos públicos: organizan y participan en jornadas tan interesantes como “la noche de los investigadores e investigadoras” o “la semana de la ciencia”
Algunos institutos de empleo ofrecen charlas en los centros escolares sobre salidas profesionales en función de los estudios elegidos y estas pueden ser tanto grupales como individuales. He constatado que no todos los institutos lo hacen, ¿sería posible hacerlo extensible a la mayoría de ellos?
También he comprobado que algunos centros de investigación ya tienen completas las visitas escolares de aquí a varios meses, ¡uf ! Queda mucho por hacer
‐EMPRESAS y con mayúscula porque aquí está el gran reto, ¿cómo conseguir que formen parte de este maravilloso proyecto?
Es la población activa, es decir, la que ya desempeña un puesto de trabajo, la que tiene que explicar, mostrar y compartir su experiencia sobre el mismo y ser capaz de transmitir su día a día.
Y ¿qué mejor forma de hacerlo que permitir a los estudiantes observar los quehaceres diarios de un profesional del sector soñado?
Las empresas desarrollan técnicas para vender la marca de la compañía a sus propios trabajadores (marketing interno) de forma que esto influya en una mejora de su motivación y productividad, básicamente hablamos de que los trabajadores estén contentos con la empresa en la que trabajan.
Si los estudiantes “aciertan” al elegir profesión, es decir, les gusta y son competentes en su desempeño, ¿serán trabajadores motivados y por tanto productivos?
Abran ustedes las puertas de sus empresas a los jóvenes estudiantes, no necesitan habilitar un puesto de trabajo, sirve una silla. Seguramente también puedan ustedes explicarles las carencias y las fortalezas del sector de su interés y de los profesionales que lo conforman y ellos están a tiempo de formarse y prepararse para paliarlas o reforzarlas.
En definitiva, apelo a su responsabilidad social y corporativa y les animo a descubrir en persona a la “Generación Z”.
Las personas más felices que conozco son aquellas que consiguen trabajar en algo que les apasiona.
Enhorabuena, os deseo suerte en vuestro proyecto.
Creo que es una oportunidad única para la mayoría de los estudiantes/familias que tienen que decidir sobre su futuro, tener una herramienta mas para orientarse y decidir es necesario, dar visibilidad como habéis hecho de la cantidad de talleres que organizan las universidades de una manera tan sencilla, es muy buena idea. Mucha suerte !!!!
Me parece fundamental proyectos de este tipo.
Es cierto que muchos adolescentes como sus familias suelen estar perdidos a la hora de decidir «¿qué harán?, ¿a qué se dedicarán?,…» lo cual puede generar ansiedad, estrés e incluso un bloqueo tal que les lleve a no poder decidir o errar estrepitosamente en su elección, lo cual hace que se pueda poner en marcha «el bucle de la desorientación». Herramientas como las que aquí proporcionáis son, desde mi punto de vista, súmamente útiles como punto de partida y/o anclaje con la realidad laboral y la formación educativa necesaria para poder orientarse hacia ella.
Felicidades por poner en marcha esta estupenda idea, estoy deseando ver los avances que, seguro, conseguiréis y de los que todos nos beneficiaremos 😉
Enhorabuena por este proyecto que transciende el aula y mira hacia el futuro…
Vincular evaluaciones objetivas con una orientación individualizada resulta muy innovador en el contexto actual. La posibilidad para los jóvenes de poder acotar la incertidumbre natural a la hora de definir su futuro es, además de reconfortante, muy estimulante. Resulta a la vez transformador, inspiracional y aspiracional.
Contamos con vosotras para «iluminar el camino» de nuestros hijos que en breve se estarán enfrentando a esta situación.
¡Enhorabuena de nuevo, mucha suerte y mucho ánimo!
Excelente iniciativa que muestra un arduo trabajo de investigación.
El mundo laboral de nuestros días demanda excelencia, adaptación e innovación.
¿Como podemos destacar y pretender convertirnos en profesionales de alto nivel si no actuamos con ilusión y pasión?
Si todos hubiéramos tenido la orientación que proporciona O+D tendríamos más profesionales implicados y volcados en su día a día. Nos cruzaríamos con menos trabajadores frustrados que (aunque con muchos estudios) están atrapados en el puesto que las carambolas de la vida les ha traído.
Por supuesto que todo depende del cristal con que se mire y el trabajo… que dure!
La iniciativa de O+D permitirá, sin duda, conseguir jóvenes profesionales, eficaces y rentables que habrán encontrado su vocación y/o un proyecto ilusionante.
EMPRESAS es una gran oportunidad de ayudar a producir talento!